El pasado 8 de junio, el Comité de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo se reunió para votar las enmiendas presentadas al acuerdo entre el Consejo y el Parlamento sobre el denominado primer Paquete de Movilidad, así como la aprobación de los proyectos de recomendación para la segunda lectura del paquete. Tal y como estaba previsto, los eurodiputados rechazaron en votación todas las enmiendas propuestas y aprobaron los tres proyectos de recomendación por una cómoda mayoría. Tras esta aprobación, sólo queda su ratificación formal en el Plenario del Parlamento Europeo que tendrá lugar el próximo mes de julio.
Además, también se procedió a la votación del proyecto de recomendación en segunda lectura sobre información electrónica relativa al transporte de mercancías, del Ponente Andor Deli (PPE) que contó con un amplísimo apoyo en el Comité de 46 votos a favor y sólo 1 abstención.
Tal y como hemos señalado anteriormente, una vez resuelta la fase del Comité, el siguiente paso le corresponde al pleno del Parlamento, que votará sobre el Paquete de Movilidad durante su sesión de julio (lo más probable es que el voto tenga lugar el 8 o 9 de julio). Se espera que durante el Pleno del Parlamento se repita lo visto el pasado lunes en el Comité de Transporte y Turismo y, por tanto, el Paquete de Movilidad se adopté sin más contratiempos, tres años después de su presentación en mayo de 2017. Para que esto ocurra, será necesario que el Paquete obtenga la mayoría absoluta en el pleno, es decir, al menos 353 votos, y que no se introduzcan enmiendas a la versión acordada en el Comité.
El Paquete de Movilidad, permitirá a los transportistas pasar más tiempo en casa, ya que se permiten dos descansos semanales reducidos consecutivos, deberán volver cada tres o cuatro semanas como máximo y el descanso semanal regular no podrá tomarse en el camión. Además, si este descanso se toma fuera del domicilio, la empresa deberá pagar los gastos de alojamiento.
El tacógrafo tiene que registrar obligatoriamente todos los cruces de frontera para controlar el cabotaje, que mantiene el límite actual de tres operaciones en un plazo de siete días, pero que introduce como novedad un periodo de enfriamiento de cuatro días, antes de realizar más operaciones de este tipo en el mismo país con el mismo vehículo, con el fin de evitar el cabotaje sistemático.
También se da un paso más en la lucha contra las denominadas empresas buzón, al obligar a las empresas de transporte de mercancías a tener actividades sustanciales en el Estado miembro en el que están registradas y a que los camiones regresen al centro de operaciones de la empresa cada un máximo de ocho semanas. Además, los vehículos ligeros de más de 2,5 toneladas que realicen transporte internacional también estarán sujetos a estas normas y deberán ir equipados con tacógrafo.
Asimismo se modificará la Directiva de desplazamiento de trabajadores, para evitar que las diferentes regulaciones nacionales interfieran en el transporte internacional, conseguir un transporte internacional más transparente y asegurar una remuneración de los trabajadores lo más justa posible. Además, las nuevas normas sobre desplazamiento de trabajadores se aplicarán al cabotaje y a las operaciones de transporte internacional, excluyendo el tránsito por un país y el transporte bilateral.
Los eurodiputados españoles han votado a favor de los tres proyectos de recomendación tal y como les habíamos solicitado desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), por lo que valoramos el acuerdo alcanzado y confiamos en su ratificación el próximo mes de julio.