Ahora que casi hemos vuelto a la normalidad, conviene echar la vista atrás y recapacitar sobre lo que hemos vivido estos días. Ante la convocatoria de paro, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) manifestó desde el primer momento el respecto hacia aquellas empresas y autónomos decidieron detener su actividad.
Sabíamos que atravesábamos una situación grave, sobre todo por el alza de los combustibles, y por eso apostamos por el diálogo y la negociación con el Gobierno para encontrar soluciones que no implicaban dañar aún más nuestro tejido empresarial.
A pesar de todo esto, lo que nos encontramos desde el primer día del paro fueron amenazas a nuestras empresas y conductores y actos violentos cuya finalidad no era la de informar de esta convocatoria, puesto que se dedicaron a poner en riesgo a nuestros profesionales y a destrozar el medio de vida de muchas personas por el simple hecho de haber apostado por otra vía para solventar esta crisis.
Las imágenes han hablado por si solas: ruedas pinchadas, lonas rajadas, lanzamiento de piedras o cualquier objeto que sirviera para romper las lunas, hemos visto como han desenganchado semirremolques, cortado cables de frenos o han perseguido a nuestros conductores con coches, también hemos recibido amenazas, por no hablar de las mentiras, insultos o faltas de respeto que se han vertido, sobre todo en redes sociales.
Ante estos hechos, hemos notado una gran falta de sensibilidad por parte de los convocantes de este paro, que no han sido capaces de reconsiderar la situación y ponerle fin en el mismo momento en que comenzaron las agresiones contra las empresas y autónomos que no lo secundaban.
Cada una de esas ruedas rajadas supone 600 €, una luna 500 €, un toldo 3.000 €, las mangueras de los frenos 1.500 €. Hablamos de un total de pérdidas millonarias que pueden arruinar a quien las sufre, sobre todo si es una pequeña empresa como la mayoría de nuestros socios.
Muchos de estos actos se han cometido alegando que el sector está en ruina, sin tener en cuenta que de esta manera estaban provocando la ruina de los demás, jugando con su herramienta de trabajo y causando cuantiosas pérdidas. Y sin duda, lo que más nos ha dolido, es que hemos visto cómo se ponía en peligro la vida de nuestros profesionales, cuando todos sabemos lo importante que es la seguridad en la carretera.
Hemos vivido con impotencia como muchas empresas y autónomos querían ejercer su derecho a trabajar con libertad y, por eso, tuvimos que reclamar al Gobierno mayor seguridad.
Han sido momentos duros, pero tampoco queremos desmerecer a aquellos que han ejercido pacíficamente su derecho al paro. Agradecemos la comprensión de los que, incluso secundando esta convocatoria, han respetado a sus compañeros de profesión y también la de los que han otorgado un voto de confianza y nos han apoyado en el camino de la negociación.
Desde la CETM queremos manifestar que nuestro trabajo no ha acabado aquí. El pasado 24 de marzo llegamos a un acuerdo con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que incluye medidas de gran calado que ayudarán mitigar los efectos del alza de los combustibles y que se han incluido en el Real Decreto-ley aprobado este martes en Consejo de Ministros.
También lo hicimos en diciembre, cuando logramos un paquete que contiene 20 medidas destinadas a la mejora del sector, entre las que se incluyen la prohibición de la carga y la descarga por parte del conductor, la reducción de los tiempos de espera o la obligatoriedad de la cláusula de revisión del precio del combustible, entre otras. Nuestra misión no es otra que la de trabajar para defender los intereses de las empresas y autónomos del transporte de mercancías. Comenzamos en 1977 y así seguiremos haciéndolo, aun cuando nadie esté mirando.