La organización de la CETM especializada en el transporte de animales vivos, alimentación animal y SANDACH (Subproductos Animales No Destinados Al Consumo Humano), CETM Animales Vivos, recuerda a los transportistas la importancia de extremar las medidas de prevención frente a la Fiebre Aftosa (FA), una enfermedad altamente contagiosa que afecta a especies de pezuña hendida, tanto domésticos como silvestres, entre los que se incluyen bovinos, porcinos, ovinos y caprinos.

El pasado 10 de enero las autoridades de Alemania detectaron un foco de FA, afectando a tres búfalos de agua, pertenecientes a una explotación extensiva localizada al este de Brandenburgo.

Ante esta situación, CETM Animales Vivos subraya la necesidad de reforzar las actuaciones de bioseguridad, especialmente en lo relacionado con la limpieza y desinfección de los vehículos de transporte. Por su parte, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha informado a CETM Animales Vivos de que se intensificarán los controles fronterizos en carretera para verificar que los vehículos de transporte cumplen con los requisitos de limpieza y desinfección establecidos.

CETM Animales Vivos recuerda que, en caso de detectar durante el transporte animales sospechosos de estar infectados por FA, es fundamental seguir las directrices descritas en la “SECCIÓN 13. SOSPECHA Y CONFIRMACIÓN DE FA EN UN MEDIO DE TRANSPORTE” del Manual Práctico de Operaciones frente a la Fiebre Aftosa. Este documento, que contiene información clave para actuar de manera rápida y eficaz, está disponible en el siguiente enlace: Manual Práctico de Operaciones frente a la Fiebre Aftosa

Indicaciones clave 

CETM Animales Vivos insta a transportistas y cargadores a prestar atención a los siguientes síntomas que podrían indicar un caso de Fiebre Aftosa:

  • Ampollas (o vesículas) en el hocico, lengua, labios, cavidad bucal, zona de las pezuñas, ubres y puntos de presión en la piel.
  • Ampollas reventadas, que pueden ocasionar cojera extrema, desgana para moverse o inapetencia.

En caso de sospecha:

  1. Se recomienda no realizar la carga de los animales, ya que podría contribuir a la propagación de la enfermedad.
  2. Hay que informar de inmediato a las autoridades locales competentes.

Es importante tener en cuenta que el periodo de incubación de la enfermedad varía según la especie: en pequeños rumiantes puede extenderse hasta 21 días, mientras que en bovinos, porcinos y otras especies suele ser de 2 a 14 días.

CETM Animales Vivos insta a todos los profesionales del sector a actuar con responsabilidad y a cumplir con las normativas de bioseguridad. Solo mediante una gestión estricta y coordinada será posible minimizar los riesgos asociados a esta enfermedad, que tiene un alto impacto tanto sanitario como económico.