Ya estamos acostumbrados, más bien hartos, a que “otros” se arroguen una representatividad en el sector del transporte de mercancías por carretera, de la que obviamente carecen. Allá ellos con sus cifras, sus engaños y sus mendacidades.

 

Pero el problema surge cuando esos “otros”, no tienen empacho alguno en afirmar, cito textualmente, que “representan a la práctica totalidad de las empresas de transporte de viajeros y mercancías por carretera”, lo que supone, de acuerdo con sus datos, que desarrollan el 97% del transporte de mercancías que se realiza en nuestro país, con un parque de 340.000 vehículos. Absolutamente falso y, por supuesto, de fácil comprobación según los datos oficiales del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), que corrobora y publica el Ministerio de Fomento.

 

El documento en el que se hicieron públicas estas cifras era una “Declaración conjunta de organizaciones empresariales de transporte por carretera (de viajeros y mercancías) a favor de una movilidad sostenible”, de cuyo contenido no tenemos nada que decir, puesto que jamás se nos consultó al respecto, para trabajar en su redacción. En su firma figuran Astic, Confebús, Fenadismer, Fitrans y UOTC.

 

De los datos aportados por Confebús sobre su representatividad en “la movilidad colectiva de personas” no vamos a entrar, puesto que no nos corresponde hacerlo.

 

Hemos de confesar que hemos dejado transcurrir un tiempo para que la calma se adueñara de nuevo de nuestro ánimo, a fin de olvidar los sentimientos y el enfado que nos provocaron este “relato” de la representatividad en nuestro sector. En nuestra ingenuidad, pensamos que una respuesta enérgica y contundente habría contribuido a enturbiar unas relaciones, siempre cordiales, entre colegas de distintas organizaciones integrantes del CNTC.

 

Sin embargo, otro hecho más reciente y de similares características ha venido a soliviantar aún más la indignación de esta Confederación. En este caso, ha sido un manifiesto urgiendo a las autoridades europeas a aprobar el Paquete de Movilidad, en el que, una vez más, Astic ha estampado su firma, arrogándose también la representatividad, en exclusiva al parecer, del transporte internacional de mercancías por carretera en España.

 

Estos desafueros no pueden tener otra respuesta que la verdad de los hechos. En primer lugar, ahí están los datos públicos de representatividad en el CNTC, en el que la CETM ostenta el 51% en la sección de Mercancías, frente al 6,1% de Astic, el 20,7% de Fenadismer y el 1,2% de Fitrans. Por lo que respecta al Transporte Internacional, Astic acredita un 6,54% y nuestra Confederación, un 60,13%.

 

En segundo lugar, queremos resaltar que, por lo que se refiere al documento sobre la ‘Declaración a favor de la movilidad sostenible’, presentado públicamente en el II Foro Corell sobre Energía, nuestra Confederación fue invitada a su firma, sí, pero una vez elaborado y sin haber contado –como hemos señalado- con nuestra posible participación, por lo que este Comité Ejecutivo declinó proceder a ratificarlo.

 

Así se lo hicimos saber por escrito al presidente de la Fundación Corell -creada en su día por Astic-, Miguel Ángel Ochoa de Chinchetru, manifestándole además que, en nuestra opinión, “hubiese sido más oportuno haberlo consensuado tanto en el Comité Nacional de Transporte de Viajeros como en el de Mercancías”, sin que hasta la fecha hayamos recibido respuesta alguna. Estamos seguros de que habría sido revalidado con la mayoría que, en este caso, se otorgan a sí mismas las organizaciones firmantes antes citadas y que, como se ha demostrado, no se ajustan en absoluto a la realidad de la representatividad del sector. Por lo que respecta al “Manifiesto europeo”, la actuación de Astic se califica por sí sola, es decir, de absoluta desvergüenza.

 

Ante estos hechos, que van más allá de una conducta intolerable, cabe preguntarse qué es lo que buscan estas organizaciones, qué persiguen, qué pretenden, a quién intentan embaucar, desorientar o equivocar y con qué ocultos intereses.

 

No es necesario hacer una lectura más detenida de los datos sobre representatividad que aportan las asociaciones mencionadas para darse cuenta de que han intentado, primero, ningunearnos y, después, utilizarnos. Las cifras solo podrían “cuadrar” en parte, si en ellas se incluyeran las correspondientes a la CETM: 31.000 empresas de transporte y logística, quienes dan empleo a 215.000 trabajadores con un parque de 129.000 vehículos. Es decir, el 51% del CNTC, en la sección de Mercancías, antes citada.  Y ni siquiera con esa suma se alcanzarían las publicadas porque existen otras 13 organizaciones más en el seno de este Comité.

 

Dicho esto, ¿acaso no habría sido más sencillo la consulta con todas las organizaciones que integran el CNTC, tanto de la sección de Viajeros como de Mercancías? ¿Por qué no se ha hecho?

 

A estas alturas, nuestra Confederación no tiene que demostrar nada. Su representatividad está suficientemente acreditada en todos los estamentos, tanto nacionales como europeos. Somos, además, miembros de la Unión Internacional de Transporte por Carretera, la IRU y, según nuestros datos contrastados, la organización europea más importante en cuanto a número de empresas asociadas y de vehículos. Contamos con una Oficina permanente en Bruselas, para defender nuestros intereses. Y ya en nuestro país, queremos resaltar que la CETM está integrada por 9 organizaciones de “especialidades”, 45 asociaciones territoriales y 5 federaciones autonómicas.

 

La defensa de los intereses de nuestros asociados es nuestro principal objetivo y a ello nos dedicamos con ahínco día a día. Lo que importa, lo que nos motiva, no es el número, aun siendo significativo, sino el futuro y el bienestar de nuestros empresarios de transporte. A “otros”, en cambio, parece irles la vida en ello. ¿Por qué será?

 

Firmado: Miembros del Comité Ejecutivo de la CETM