A pesar de nuestras múltiples denuncias y de las cartas remitidas a todas las autoridades competentes, en la AP-7 persiste un problema de orden público ante el que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad deben actuar de una vez por todas.
La impunidad con la que están actúan los CDR, ante la pasividad total que ejercen hasta el momento tanto el Ejecutivo Central como el Gobierno de la Generalitat, ha llegado hasta tal punto que ya no se conforman con cortar la AP-7 (así ha sido durante más de 24 consecutivas entre el viernes y el sábado y de manera intermitente desde que se hizo pública la sentencia del ‘proces’) sino que se han permitido el lujo de convocar una cena en plena AP-7 para este domingo a partir las 21.00 horas, a la altura de Freginals (Montsià, Tarragona), tras la cual los convocantes tienen previsto quedarse para mantener cerrada al tráfico esta vía, coincidiendo con la salida habitual hacia Europa de los miles de camiones que dan servicio a los exportadores españoles (frutas y hortalizas, vehículos, productos químicos, textiles, etc.).
Que Cataluña sea un territorio sin ley es algo que no se puede permitir en una democracia. Que el transporte de mercancías por carretera tenga bloqueada su conexión más importante con Europa, es algo que no puede permitirse la economía española y que terminará por pasarnos factura a todos.
En la CETM seguimos preguntándonos: ¿por qué ignoran las autoridades nuestra situación? Y si no es así, ¿por qué no actúan? Tenemos una sensación generalizada de orfandad. Nuestras reclamaciones parecen entrar en un agujero negro. No puede ser que, además de que se nos haya impedido realizar nuestro trabajo con libertad, ahora nos toque pagar la cena de quien nos bloquea e impide que nuestros conductores puedan regresar a casa con sus familias.
Aún así, no cejaremos en nuestro empeño por desbloquear esta situación, por lo que hoy mismo nos hemos dirigido de nuevo a los responsables en materia de seguridad y movilidad de los Gobiernos de España y Cataluña, para solicitarles por escrito que adopten las medidas necesarias para evitar nuevos bloqueos como los ya anunciados, así como que pongan en marcha medidas paliativas que faciliten el tránsito de los miles de camiones retenidos en la zona, como el levantamiento de las restricciones al tráfico de vehículos pesados de este fin de semana o la aplicación flexible y excepcional de la normativa de los tiempos de conducción y descanso.