Ampliar la flota de camiones de una empresa supone una fuerte inversión, por ello son muchas las compañías que optan por adquirir vehículos de segunda mano. Esta opción resulta acertada por el ahorro que supone y porque en muchas ocasiones nos encontramos vehículos de segunda mano y ocasión con poco kilometraje, en buenas condiciones y con pocos años de vida.
Sin embargo, nuestra elección a la hora de realizar la compra nos puede jugar una mala pasada. Hay que andar con ojo para comprar un vehículo que no vaya a darnos problemas luego de manera que, lo que hemos ahorrado en la compra, acabemos gastándolo en el taller.
Para evitar esta situación, Cojali, una de las empresas que lideran el mercado de componentes y diagnosis para vehículos industriales, nos da cinco consejos para ahorrarnos el susto de después:
- Es primordial definir nuestras necesidades, es decir, determinar que uso le vamos a dar a nuestro vehículo industrial, ya sea un camión o furgoneta, y así determinar qué características queremos que cumpla.
- Muchos desconocen que los vehículos de segunda mano también tienen garantía en la mayoría de los casos. Conviene informarse de este aspecto por si surge cualquier imprevisto una vez que ya hemos puesto en marcha nuestro vehículo.
- Analizar el mercado es otro de los pasos que no se nos puede olvidar. De esta manera, cuando veamos modelos de segunda mano podremos adivinar si estamos ante una buena oportunidad en función del precio, la marca o el año de matriculación.
- Prestar atención al kilometraje. Desde Cojali nos indican que lo ideal es marcar como límite los 100.000 km por año, ya que por encima de esa cifra no merece la pena hacer la compra. Además, nos sugieren que comprobemos si los kilómetros recorridos coinciden con la cifra real.
- Revisión del vehículo: revisar el histórico de mantenimientos o chequear sistemas como el motor o los frenos nos ayudarán a detectar si el vehículo está en plenas condiciones para su uso. En muchos talleres encontramos Jaltest Diagnosis, una herramienta que puede ayudarnos a detectar incidencias y comprobar que el vehículo se encuentra en buenas condiciones.
En definitiva, se trata de no tomar decisiones antes de tiempo sino que, como bien indican desde Cojali, la clave está en hacer la compra “de forma consciente y segura”.